Hoy estaremos meditando en Hebreos 10:11-14:

«Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;

pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, 

de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;

porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.»