Pregunta 23: ¿Por qué tiene el Redentor que ser verdaderamente Dios?
«Para que, por Su naturaleza divina, Su obediencia y Su sufrimiento fueran perfectos y efectivos; y también para que pudiera soportar la justa ira de Dios contra el pecado y vencer la muerte.»
JUNIO 3
Al ser el Hijo eterno de Dios, Jesucristo tenía todo derecho de tomar nuestro lugar en la muerte, y perdonarnos de todo pecado. ¡Solamente Dios podría hacerlo! Además, el hecho de que Dios mismo, el Hijo, derramase su sangre en el madero, hace con que su sacrificio sea de un valor infinito. Muchas veces la realidad del pecado nos abruma. Nuestra conciencia nos condena de tal manera, que consideramos que la tragedia nos espera al final. En esos momentos, debemos recordar el infinito valor de la sangre que fue derramada en la cruz. La sangre de Jesucristo es más valiosa que el mundo entero. Podemos descansar en el perdón perfecto y eficaz que en ella se nos otorga.
Leer: Hebreos 9:11-14.