Pregunta 12: ¿Qué exige Dios en el noveno y décimo mandamiento?
En el noveno, que no mintamos ni engañemos, sino que hablemos la verdad en amor. En el décimo, que estemos contentos y no envidiemos a nadie ni nos ofendamos por lo que Dios les ha dado, o por lo que nos ha dado a nosotros.
MARZO 21
Estamos meditando en el décimo mandamiento. A diferencia del restante de mandamientos de la segunda tabla de la Ley, este último mandamiento apunta directamente al corazón. La envidia es una clara expresión de la esclavitud de nuestros corazones al pecado, a la búsqueda de nuestra propia gloria y autosatisfacción. ¡¿Qué podemos hacer ante esta realidad?! Hermanos, en primer lugar, ¡recordemos la sangre de Jesucristo! Lloremos por nuestro pecado y abracemos a Jesucristo. En segundo lugar, debemos cultivar una comunión cercana con Dios. Solamente el amor divino puede llenar nuestros corazones y librarnos del veneno de la envidia. Llenos del amor divino, no necesitamos medirnos con los demás.
Leer: Salmos 73.