
Tenemos un mandato divino de enseñar a nuestros hijos el testimonio que El mismo ha dejado registrado en la Biblia. Tenemos que enseñarles quién es Dios y qué pide Dios de ellos. El propósito de la enseñanza es que nuestros hijos pongan su confianza en Dios y guarden sus mandamientos.
Al dar este mandamiento Dios se dirige a los padres. Por lo tanto el primer baluarte en el ministerio a los niños es el núcleo familiar. Los padres son los que llevan la responsabilidad principal de la ministración espiritual de sus hijos. La mayoría de la enseñanza bíblica tendrá lugar en el hogar.
Pero estas ordenanzas también son dadas a toda la iglesia, como conjunto de familias. Así que nos unimos como padres de la iglesia para ministrar juntos a los niños. Así sus vidas son enriquecidas con una diversidad de dones, relacionamientos y experiencias. Podemos decir entonces que el ministerio infantil no es otra cosa que el cuidado que la familia de la iglesia da a sus hijos.
Los niños que Dios trae a nuestra congregación son nuestros hijos y todos somos padres y madres llamados a contar a la generación venidera las grandes obras de Dios.

Nuestra visión:
Queremos levantar una generación santa que brille como luminares en medio de un mundo perverso y maligno.
“Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida…”
Filipenses 2.15-16
Nuestra misión:
1) Imparte conocimiento bíblico,
2) Que moldea el corazón y,
3) Transforma la vida.
Tareas en el ministerio de niños:
- Enseñanza en las reuniones dominicales.
- Promoción del discipulado familiar.
- Colaboración con los padres en el cuidado espiritual de sus hijos.
Encargados en el ministerio de niños:
- Gabrielle S. Wetzel.
- Mariana (Grupo «Exploradores» de 3 a 5 años).
- Adriana (Grupo «Valientes» de 6 a 8 años).
- Nayanis (Grupo «Detectives» de 9 a 11 años).