#3683
Silvia Alameda
Participante

Estoy de acuerdo con vosotros y me encantan las reflexiones, pero si me queda una pequeña espina en el corazón, os la explico:
En 2007 me encontré envuelta en una conversación con dos mujeres musulmanas, que se encendían cuando oían que el pueblo de Israel era el elegido y ellas decían que Ismael era el hijo primogénito de Abraham, ellas desprendían odio y dolor, a mi me dio miedo.
La experiencia hace poco fue con un muchacho marroquí deprimido buscando el sentido de la vida que decía: ¿por qué no podemos ser todos lo mismo?, ellos dicen ( los Judíos) que son el pueblo de Dios, ¿por qué ellos lo dicen si somos nosotros?. En esta ocasión sentí mucha pena, no supe contestarle, creo que hoy en día si sabría independientemente de que él lo recibiera o no.
A partir de esto reflexiono sobre las consecuencias que puede tener hacer las cosas sin pedir la dirección de Dios, y que puede llevarnos a un conflicto que se alarga en el tiempo, como vemos hoy en día entre Judíos y Musulmanes.