En la lectura de los primeros capítulos del éxodo, vemos cómo Moises, aún siendo el ahijado de Faraón, siente pena del maltrato que ve a los hombres de su pueblo. Y el asesina a este Egipcio, pero está solución no sirve de nada, pues personas de su pueblo de Israel se lo critican y parece que no se quieren liberar. Más adelante vemos cómo Moises, está acobardado, no se ve con fuerzas para tirar de su pueblo y dice Ex 3:11: «Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?»
Veo 2 enseñanzas claras por un lado que el asesinato es un grave pecado y no sirve para conseguir un fin loable y segundo, tememos también los mandatos de Dios y a veces nos acobardamos para hacer lo que nos manda.