Extracto del sermón «Sometimiento a Dios y sometimiento al Estado (parte 2)», del Pastor John Piper, en el que expone Romanos 13:1-7:

CUATRO RAZONES POR LAS QUE HAY QUE SOMETERSE:

1) La primera razón, de la que se derivan las otras está en el versículo 1b: “porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.” Lo cual implica, como hace se explica en el versículo 2, “que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste”. El versículo 4a es otra manera de decirlo: “[la autoridad civil] es servidor de Dios para tu bien.” Y versículo 6b: “son servidores de Dios”. Así que la primera razón para este sometimiento es que toda autoridad está instituida por el Dios que gobierna todas las cosas, y de este modo, las autoridades civiles son sirvientes y ministros de Dios.

2) La segunda razón por la que debemos someternos a las autoridades civiles es que ellas están allí para nuestro bien. Es bueno para que exista un gobierno en lugar de una anarquía. Versículo 4: “porque es servidor de Dios para tu bien.” Es para su bien que existe una autoridad civil en lugar de que cualquier persona esté haciendo lo que es correcto a sus propios ojos. Eso fue lo que vimos la vez anterior.

3) La tercera razón por la que debemos someternos, es que las autoridades civiles son portadoras de la espada (o de las armas y la porra), y si no usted no se somete, le castigarán hasta con pena capital (implícita en la “espada”, Romanos 8:35-36).Versículo 4b: “Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.”

4) La cuarta razón por la que debemos someternos, es que por debajo y por encima de las autoridades civiles existe una realidad mucho mayor, es decir, la ley moral de Dios expresada en las palabras “bueno” y “malo”. Así que si usted va en contra de la autoridad, tenga cuidado no sea que su conciencia lo condene por ir contra la ley moral de Dios. Pablo asume que si usted hace lo bueno, se está sometiendo al gobierno y este lo recompensará. Y que si hace lo malo, no se está sometiendo al gobierno y este lo castigará. Vea esto en los versículos 3-4: “Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo.” Así ve que hay algo más profundo y más elevado que una mera obediencia a la autoridad. La misma autoridad está al servicio de la ley moral expresada en las palabras “bueno”y “malo”.  El poder no hace justicia en este texto, el poder implementa la justicia. Entonces Pablo sigue en el versículo 3 y dice, “¿Quieres, pues, no temer la autoridad?” Haga lo bueno [aquí está la ley moral de nuevo] y tendrá su aprobación, “porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo [ahí está de nuevo], teme.” Así, desde este texto queda claro que hacer lo bueno no está definido por el sometimiento al gobierno. Hacer lo bueno está a otra categoría. La ley moral de Dios define lo que el gobierno debe llamar sometimiento. El sometimiento no es igual a la ley moral de Dios.

Tomado del sitio web: Desiringgod – sermón completo