Al meditar en el peligro de la religiosidad muerta (nominalismo), oremos:

1. Por un corazón dócil a la Palabra de Dios.

2. Por un corazón que acepte los sufrimientos de Su mano.

3. Por verdadero fruto del Espíritu.

4. Por aquellos que velan por nuestra salud espiritual.

5. Por la iglesia del Señor, para que sea una iglesia sana y vigoroso.