¿Por qué damos tanto énfasis a los roles en el matrimonio en nuestra iglesia? ¿Por qué batallamos por afianzar el liderazgo del marido? ¿Por qué exponemos bíblicamente la sumisión de la esposa? Respondo:

Cuando Ezequiel confronta a los falsos profetas en Israel, destaca una de sus principales características: “No habéis subido a las brechas, ni habéis edificado un muro alrededor de la casa de Israel, para que resista firme en la batalla en el día de Jehová” (Ez.13:5). En otras palabras, estos pseudo profetas se caracterizaban por evadir los lugares de conflicto, por no acudir a los espacios de la muralla donde estaba el boquete. Por esta razón, el pueblo de Israel se vio desprotegido cuando llegaron los enemigos.

Como iglesia, queremos estar en las brechas, queremos edificar muro alrededor del pueblo de Dios. Y una de las brechas más hondas de nuestro tiempo es la que tiene que ver con los roles del esposo y la esposa. Muchos tergiversan las Escrituras para ajustarlas a los postulados feministas del momento. Los hay que, diciéndose creyentes, responden con un rechazo visceral a la clara enseñanza de la Palabra. También hay muchos que, a semejanza de los profetas acusados por Ezequiel, evitan el tema y no acuden al combate.

En lo que a nosotros respecta, daremos guerra hasta el final. Estamos convencidos de que será imposible ver una reforma espiritual de calado en la iglesia, y en la sociedad, si no hay un restauración de la familia. El marido, como representante de Cristo en el hogar, debe asumir el liderazgo piadoso de su familia (Ef.5:23). La esposa, como sombra de la Iglesia, debe someterse en amor a su marido (Ef.5:22). Y cuando esto acontezca, veremos en nuestro medio una simiente santa, una descendencia que teme al Señor (Sal.128). Por lo tanto, hermanos, no dudemos en acudir a la brecha y edificar muro en Jerusalén.

Pr. Pedro Blois

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