#3645
Vanessa
Participante

Buenos días queridos hermanos, que el Señor os bendiga.
En la lectura correspondiente al día de hoy me han llamado la atención muchos puntos del relato pero creo que me centraré en uno particularmente, al ser algo, que habiéndolo leído algunas veces, hoy me ha impactado de especial forma. En el capítulo 4 cuando Dios habla con Caín le dice : «el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú debes dominarlo». (7b)
El pecado nos codicia, codiciar en el diccionario de la real academia española de la lengua se define como
«desear con ansia riquezas u otras cosas».
En este momento de la lectura siento el deseo de orar, y pienso: «Oh Señor, el pecado desea poseerme, desea dominarme con ansia, Señor, dame la fuerza para resistir, para dominarlo, solo lo puedo hacer si tú lo haces primero»
Aunque lo sabemos, pues lo hemos leído y escuchado en los sermones, hay momentos en los que de forma especial siento esa influencia del pecado. Recuerdo que vivimos enfrascados en una batalla, una batalla espiritual en la que debemos, por la Gracia de Dios, revestidos del Espíritu Santo y vestidos con su Armadura, resistir y dominar al pecado.
Hermanos, esa es mi oración hoy, que podamos resistir al pecado que nos acecha y solo podemos si buscamos su palabra y Dios mismo nos concede esa Gracia.