ENERO 26

Al meditar en la imagen de Dios en los hombres, podemos orar pidiendo:

1. Por un amor y respeto sincero para con nuestro prójimo, sea cual sea su condición.

2. Por un dolor y arrepentimiento profundo al ver el deterioro que el pecado ha provocado en la imagen divina en nuestras vidas y a nuestro alrededor.

3. Por un corazón que acepta gozoso el orden divino para el hombre y la mujer.

4. Por un mayor crecimiento en el carácter y la imagen de Jesucristo en su pueblo.

5. Por un deseo sincero de dar a conocer la imagen de Jesucristo – la imagen divina restaurada en nosotros – a nuestro prójimo, tanto en palabras como en acciones.

Leer: 1 Pedro 2:9-10

Pregunta 4: ¿Cómo y por qué nos creó Dios?

«Dios nos creó como hombres y mujeres a Su propia imagen para que lo conociéramos, lo amáramos, viviéramos con Él y lo glorificáramos. Y lo correcto es que los que hemos sido creados por Dios vivamos para Su gloria»

ENERO 25

Aún después de la Caída, el hombre sigue portando la imagen de Dios, pero esta imagen se ha roto, está muy deteriorada. En este sentido, podemos comparar a la humanidad con aquellos castillos en ruinas que encontramos en España. Sabemos que un día estuvieron revestidos de gloria, pero esa misma gloria hace que las ruinas actuales sean más trágicas y dolorosas. Por esta razón, los hombres somos capaces de actos de enorme belleza y de la más brutal atrocidad. ¡Qué terrible es nuestra situación! Gracias damos a Dios porque, en Jesucristo, Él vino a restaurar su imagen en nosotros. Si caminamos con Jesucristo, daremos a conocer una vez más la imagen de nuestro Dios. ¡Aleluya!

Leer: Colosenses 3:1-11.

Audio Pregunta 4.5

Pregunta 4: ¿Cómo y por qué nos creó Dios?

«Dios nos creó como hombres y mujeres a Su propia imagen para que lo conociéramos, lo amáramos, viviéramos con Él y lo glorificáramos. Y lo correcto es que los que hemos sido creados por Dios vivamos para Su gloria»

ENERO 24

¿Cómo podemos vivir para la gloria de Dios? Sabemos que, a causa del pecado, tanto nuestros corazones, como la sociedad que nos rodea, nos empujan a encontrar nuestra identidad y valor en el reconocimiento de los demás. Queremos muchos seguidores en instagram y muchos «likes» en el Facebook. Somos esclavos de un corazón egoísta – que busca su propia gloria. Si queremos vivir para la gloria de Dios, debemos descansar en Jesús y seguir sus pasos. El Señor nos llama a negarnos a vivir de manera egoísta, a tomar nuestra cruz a cada día – sufriendo las penalidades de amar a Dios y a nuestro prójimo – y a ¡seguir-Le!

Leer: Lucas 9:18-27

Audio Pregunta 4.4

Pregunta 4: ¿Cómo y por qué nos creó Dios?

«Dios nos creó como hombres y mujeres a Su propia imagen para que lo conociéramos, lo amáramos, viviéramos con Él y lo glorificáramos. Y lo correcto es que los que hemos sido creados por Dios vivamos para Su gloria»

ENERO 23

Fuimos creados para conocer, amar y glorificar a Dios. Crecemos en el conocimiento de Dios cuando vivimos a cada día en la dependencia de Jesucristo y a la luz de su Palabra. Amamos a Dios cuando encontramos en el Él nuestro mayor deleite y obedecemos sus mandamientos. Nada nos traerá verdadera alegría si no nos lleva a contemplar al Dador de todas las cosas y a vivir según sus mandamientos. Finalmente, somos llamados a glorificar a Dios con un corazón agradecido y con bocas que confiesen su Nombre. Que en el día de hoy podamos crecer en conocimiento, amor y obediencia.

Leer: Marcos 12:28-34

Audio Pregunta 4.3

Pregunta 4: ¿Cómo y por qué nos creó Dios?

«Dios nos creó como hombres y mujeres a Su propia imagen para que lo conociéramos, lo amáramos, viviéramos con Él y lo glorificáramos. Y lo correcto es que los que hemos sido creados por Dios vivamos para Su gloria»

ENERO 22

La Biblia enseña que la perfecta unión, y las bellas distinciones, entre el hombre y la mujer, se anclan en el plan eterno de Dios. Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, portadores de un mismo valor y dignidad, pero ambos con funciones distintas en el desplegar de su gloria. El hombre fue creado para reflejar a Jesucristo, demostrando un liderazgo amoroso y servicial. Tanto en el ámbito familiar, como en el eclesial y social, el hombre tiene la responsabilidad de proteger, guiar y proveer. La mujer refleja la gloria y belleza de la Iglesia, y, como tal, debe recibir, engendrar, crear y moldear el hogar, la iglesia local, y la sociedad, con todos los dones y belleza de los que Dios la ha dotado. En una sociedad tan confusa en este asunto, brillemos con el diseño divino.

Leer: Génesis 2:18-25; Efesios 5:21-33.

Audio Pregunta 4.2

Pregunta 4: ¿Cómo y por qué nos creó Dios?

«Dios nos creó como hombres y mujeres a Su propia imagen para que lo conociéramos, lo amáramos, viviéramos con Él y lo glorificáramos. Y lo correcto es que los que hemos sido creados por Dios vivamos para Su gloria»

ENERO 21

¿Qué es el hombre? Algunos lo consideran un animal aventajado por los ciegos movimientos de la evolución, otros, como una pieza mecánica del sistema material e impersonal del universo. La Biblia nos enseña que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Esto significa que portamos elementos que son reflejo de la naturaleza divina – razón, voluntad, afectos, entre todas las riquezas de la vida y el alma humanas -, de modo que seamos sus representantes en la Tierra. De ahí que haya verdadera dignidad en el ser humano – sea cual sea su condición – y que recaiga sobre él un precioso legado y una grandísima responsabilidad.

Leer: Génesis 1:26-28.

Audio Pregunta 4.1

ENERO 20

Observación: cuando Atanasio se refiere a la fe católica, entiéndase fe universal, o credo ortodoxo (Atanasio escribe en el siglo IV).

SÍMBOLO DE ATANASIO – Primera parte.

«Todo el que quiera salvarse debe, ante todo, sostener la fe católica: quien no la guardarse íntegra y pura perecerá, sin duda, para siempre. He aquí la fe católica: adoramos a un Dios en la Trinidad y a la Trinidad en la unidad; sin confundir las personas, sin dividir la sustancia: una es, en efecto, la persona del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tienen una misma divinidad, una gloria igual y una misma eterna majestad.

Cual es el Padre, tal es el Hijo, tal es el Espíritu Santo; increado es el Padre, increado el Hijo, increado el Espíritu Santo; inmenso es el Padre, inmenso el Hijo, inmenso el Espíritu Santo; eterno es el Padre, eterno es el Hijo, eterno es el Espíritu Santo; y sin embargo, no son tres eternos, sino un solo eterno, ni tampoco tres increados, ni tres inmensos, sino un increado y un inmenso.

Igualmente omnipotente es el Padre, omnipotente el Hijo, omnipotente el Espíritu Santo y sin embargo, no son tres omnipotentes, sino un solo omnipotente.

Dios es el Padre, Dios es el Hijo, Dios es el Espíritu Santo y, sin embargo no son tres Dioses, sino un solo Dios.

Así el Padre es Señor, el Hijo es Señor, el Espíritu Santo es Señor y, sin embargo no son tres Señores, sino un solo Señor.

Porque así como la verdad cristiana nos obliga a confesar que cada una de las tres personas en particular es Dios y Señor, así la religión católica nos prohíbe decir que hay tres dioses o tres señores.

El Padre por nadie ha sido hecho; no ha sido creado, ni engendrado; el Hijo proviene únicamente del Padre, no ha sido hecho, creado, sino engendrado; el Espíritu Santo proviene del Padre y del Hijo, no ha sido hecho, ni creado, ni engendrado, sino procede. 

Hay, por consiguiente, un solo Padre, no tres Padres; un solo Hijo, no tres Hijos, un solo Espíritu Santo, no tres Espíritus Santos. Y en esta Trinidad nadie es antes o después, nadie es mayor o menor, sino que las tres personas son igualmente eternas y del mismo modo iguales; que en todo, como ya se ha dicho antes, hay que adorar la unidad en la Trinidad y la Trinidad en la unidad. El que quiera, pues, ser salvo debe creer todo esto acerca de la Trinidad. (…)»

ENERO 19

Al meditar en la doctrina de la Trinidad podemos orar pidiendo:

1. Que crezcamos en una relación personal de amor con el Dios Trino.

2. Que disfrutemos del amor y la disciplina de Dios Padre.

3. Que descansemos en la obra y el señorío de Jesucristo.

4. Que seamos llenos del Espíritu Santo.

5. Que aprendamos a amarnos unos a otros con el amor de Dios.

Leer: 2 Corintios 13.11-14.

Pregunta 3: ¿Cuántas personas hay en Dios?

“En el único Dios vivo hay tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Ellos son la misma sustancia, iguales en poder y gloria.”

ENERO 18

Dios es amor. Dios siempre ha existido en una relación de amor entre las Personas de la Trinidad. Esto significa que Él no tuvo que crear para encontrar un objeto para amar. ¡Dios es amor en sí mismo! Nosotros hemos sido creados para disfrutar de esa relación de amor. Jesucristo murió para restaurarnos a esa relación. Además, el amor divino debe reflejarse en nuestras relaciones unos con otros. Somos llamados a amar a nuestro cónyuge, hijos, hermanos en la fe y a nuestro prójimo en general. En el día de hoy quiero animarte a crecer en un amor sincero para con aquellos que tienes cerca.

Leer: Juan 17:1-5, 20-26.

Audio Pregunta 3.5